La Organización Marítima Internacional (OMI) ha pedido a la Organización Internacional para la Estandarización (ISO) que desarrolle un estándar para el uso de alcohol metílico/etílico, y ensambles asociados, como combustible marino.

A menos de dieciocho meses para la implementación de la normativa que limita a 0,5% el contenido de azufre en el bunkering, y sin una alternativa que proporcione una solución perfecta, el metanol podría transformarse en una opción.

En la actualidad, solo ocho buques que operan a nivel internacional combustionan metanol y otros cuatro lo harán en 2019. La pregunta es si a acaso la entrada de este combustible será muy tardía.

Una apuesta a favor

El puerto de Rotterdam ha tomado la decisión de apostar por el metanol en el proyecto denominado W2C, ya que junto a Air Liquide, AkzoNobel Specialty Chemicals y Enerkem, desarrolla una planta que busca aprovechar 2 millones de toneladas de residuos sólidos municipales – no reciclables- que recibe anualmente para producir metanol. ¿Mercados de destino? – la industria química europea y el transporte.    

La planta procesará una combinación de residuos no reciclables, incluido el plástico, utilizando tecnología termoquímica desarrollada por Enerkem para generar una síntesis de gases y luego metanol limpio. Actualmente, el metanol generalmente se produce a partir de gas natural o carbón.

La planta-con un costo de casi US$232,2 millones- será capaz de procesar 360.000 toneladas de desechos para generar 220.000 toneladas o 270 millones de litros de metanol. Cifra mayor que el consumo anual total de 700.000 hogares con la que reducirán las emisiones de CO2 en aproximadamente 300.000 toneladas.

La planta de Rotterdam está en la fase de diseño, y su construcción está programada para comenzar a operar en 2019, mientras que su lanzamiento está planificado para 2020.

Puerto de Rotterdam

La planta- que se construirá en la zona portuaria- se beneficiará de la excelente infraestructura industrial del Puerto de Rotterdam y de las asociaciones con Air Liquide y AkzoNobel para el suministro del oxígeno y el hidrógeno requeridos.

Pero el puerto no solo es rico suministros y posibles usuarios finales, sino que se encuentra en una posición única para dar soporte a la infraestructura. Tiene recursos existentes para enviar metanol por camión o buque, así como para abastecerse de residuos desde el Reino Unido y el norte de Europa.

«Hay un gran sector industrial (producción de electricidad, productos químicos, refinerías) en el área portuaria de Rotterdam que depende del combustible fósil», dice Bert Regeer, portavoz de la Autoridad del Puerto de Rotterdam. «Hay un gran desafío para tener éxito en la transición energética y al mismo tiempo mantener un puerto vital de clase mundial en el futuro», añade.

Regeer señala además que «este es un proyecto importante para lograr un progreso tangible a corto plazo con la transición energética”. El proyecto ayudará al Puerto de Rotterdam a apoyar al Gobierno de Países Bajos en su meta de reducción de gases de efecto invernadero para 2030 y 2050 de 49% y 95%, respectivamente (en correlación a las emisiones de 1990) por lo que cuenta con el apoyo del Ministerio de Asuntos Económicos y Clima. Además, es cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional y es considerado un paso importante para la conformación de un clúster industrial químico sostenible en Rotterdam.

Socios estratégicos  

Enerkem ahora está contratando proveedores de residuos y negociando contratos con compradores de metanol, informa Anton de Vries, director de la empresa, quien lidera el proyecto. «[El uso de metanol] se convierte en una herramienta de marketing, y vemos que tiene mucho arrastre. Los fabricantes están pidiendo productos que utilicen una base biológica de metanol», señala.

El interés y la participación de Air Liquide- compañía de gas industrial con sede en París que suministrará gases a la planta para su proceso de producción de metanol a partir de residuos- probablemente se expandirá más allá de los proyectos de Rotterdam, «Planeamos vender algún día nuestras plantas en todo el mundo«, proyectan desde la compañía.

Por su parte la empresa química AkzoNobel, basada en Ámsterdam, quiere pasar de la dependencia de combustibles fósiles a otras materias primas para fabricar sus productos, explica Marco Waas, director de investigación, desarrollo e innovación y tecnología de AkzoNobel, quien ve el proyecto como un paso importante para aumentar la sostenibilidad de su grupo industrial en Rotterdam.

«La producción y el uso de metanol encajan en la estrategia de sostenibilidad de AkzoNobel Specialty Chemicals. Nos permitirá proporcionar productos a nuestros clientes con el mejor perfil ambiental del mercado», apunto al respecto.  

Por MundoMarítimo

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