El presidente de Maersk para América Latina, Lars Nielsen, cree que la región debería experimentar una retracción de hasta el 25% en sus importaciones en el segundo trimestre de 2020, pero las exportaciones tenderán a mantenerse más resistentes.

En una entrevista con Valor Económico, el ejecutivo declaró que Maersk aún no ha revisado su proyección para Brasil en 2020, debido a la incertidumbre sobre la duración de las medidas de aislamiento social. Dijo que antes de la pandemia, las expectativas ya eran de un crecimiento modesto del mercado de transporte marítimo de contenedores de alrededor del 3,8%. «Los volúmenes vistos a principios de año estaban dentro de las expectativas. Las perspectivas para después del segundo trimestre serán las más difíciles. En el tercer trimestre, la situación debería empezar a mejorar. Para el cuarto, esperamos que los volúmenes vuelvan a la normalidad», dijo el ejecutivo.

Según el informe, la proyección de la empresa se basó en la experiencia de China, ya que fue el primer país en sufrir los efectos de la crisis de Covid-19, y ahora ha vuelto a actividades prácticamente normales. Aún así, el ejecutivo de Maersk considera que la situación en Brasil puede ser un poco diferente, ya que se espera que las importaciones sufran más severamente. Con la devaluación de la moneda brasileña, los productos del extranjero son mucho más caros. México y Chile también han sentido este efecto.

Por otra parte, se espera que las exportaciones tengan un mejor desempeño que el promedio mundial, ya que el perfil de las exportaciones brasileñas -con los productos básicos agrícolas como gran parte- contribuye a la resistencia del mercado. «La demanda de existencias de alimentos en el mundo es estable, incluso con la cuarentena», dice Nielsen.

El problema es que el desbalance entre las importaciones y las exportaciones provoca una escasez de contenedores, especialmente de contenedores refrigerados. «En el plazo de una semana, la disponibilidad de los contenedores puede ser más estrecha, pero no creo que falten. Lo que puede suceder es que se produzcan retrasos más prolongados en las entregas», dice Nielsen. Para reconstruir las existencias del equipo, Maersk ha estado cargando contenedores adicionales en sus buques, dice.

Según el ejecutivo, es demasiado pronto para evaluar cómo reaccionará el comercio mundial después de la epidemia, pero «hemos escuchado de grandes empresas que podrían tratar de reducir la presión sobre su cadena de suministro, lo que significa aumentar sus inventarios, en caso de cualquier problema logístico», dice. Además, «hay una tendencia a buscar más proveedores, que están más cerca». Esto podría llevar a un cambio en las rutas marítimas. Sin embargo, es demasiado pronto para predecir estos efectos», concluye.

Por MundoMarítimo

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