«Esto puede ser visto por algunos en el mercado como un comportamiento bueno y responsable de una gran línea naviera, y por otros puede ser visto como demasiado poco y demasiado tarde», señala el analista de la industria marítima Lars Jensen, al referirse al anuncio de CMA CGM de suspender cualquier nuevo aumento de las tarifas de flete spot para todos los servicios que opera. Aunque reconoce que también la media puede ser vista «como un truco de marketing con un valor real limitado, ya que presumiblemente un freno a los aumentos de las tarifas spot podría no impedir aumentos adicionales en diferentes tipos de recargos (marítimos o terrestres)», indica en un comentario publicada en su cuenta de LinkedIn.
Sin embargo, para el analista hay un elemento más importante en este asunto del que deberían tomar nota especialmente los expedidores. Y es que el mercado sigue en una situación de falta de capacidad. Cuando la capacidad es insuficiente, hay que priorizar quién obtiene espacio y quién no explica y señala que «hasta ahora, la priorización, especialmente de las últimas plazas marginales de un buque, se ha hecho en función de la tarifa. Si se paga una prima suficientemente alta, se puede conseguir espacio», afirma.
De acuerdo con Jensen, la evolución indicada por CMA CGM parece llevar a una dirección en la que la priorización se inclinará más hacia los clientes contractuales y con aquellos con quienes mantengan relaciones preexistentes más fuertes. Esto supondrá una ventaja para los clientes con este tipo de relaciones y una desventaja para los clientes, normalmente más pequeños, que podrían preferir buscar en el mercado las mejores ofertas de transporte para cada envío.
Al ser consultado acerca de si este desplazamiento de los expedidores más pequeños no constituiría un comportamiento discriminatorio, Jensen explicó que «en absoluto», puesto que cada empresa puede elegir cómo quiere fijar sus tarifas para los distintos grupos de clientes. Y, por supuesto, algunos clientes obtienen mejores tarifas y condiciones que otros, lo que es normal en cualquier sector. Agregó que «está claro que un importador que mueve 20 TEUs al año nunca obtendrá las mismas condiciones que un importador que mueve 200.000 TEUs. No en cualquier mercado y bajo cualquier condición», apuntó.
Respecto a sí esto significa que las líneas navieras también deberían pensar en desarrollar o fortalecer las relaciones a largo plazo con sus líneas, Jensen admite que sí, pero agrega que tampoco se puede decir que esto es lo que los expedidores y líneas navieras deberían haber estado haciendo durante décadas de todos modos, si no que por el contrario, «también existen ejemplos de esas relaciones entre el expedidor y el porteador. «El mundo nunca es blanco y negro», observa finalmente.
Por MundoMarítimo
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